COVADONGA
 

JESÚS FANJUL CELORIO


 Un hombre afable con la pipa en la mano

Guardo un grato recuerdo de aquellos años de convivencia, primero en Covadonga y después en Oviedo. El perdió el nombre de Jesús por el camino al Seminario, por eso siempre le conocimos como Fanjul. Nombre muy sidrero de Limanes y los aledaños como Meres.
Le perdimos la pista durante muchos años. Cuando lo recuperamos para el grupo, hace unos años, nos recordó a todos su afabilidad, sencillez y espíritu de servicio. Asistía puntualmente a cada una de las citas poniéndose al servicio de los demás.
Recuerdo con especial nitidez, como si hubiese ocurrido ayer, un paseo que hicimos por el camino de Llerices. Era el primer año de Cursillo de verano en Covadonga. Detrás de un "matu" cometimos el pecado de fumar un pitillo de celtas. Hasta aquí todo normal, aunque era un hecho imputable severamente por la represora autoridad...
Lo curioso y destacable fue el "pitu" de Fanjul. Sacó papel de fumar, lió dos pitillos en paralelo y les prendió fuego. Parecía una escopeta de dos cañones que apuntaban al orden establecido con pretensiones de revancha... Fumando de dos en dos se compensaba, en alguna media, la injusta prohibición.
Pasaron los años. Cuando, de nuevo, se reintegró al grupo, ya no fumaba celtas. Inmolaba una fina y aromática picadura holandesa en una lujosa pipa. Más adelante, el día 8 de Abril de 2004, un vengativo cáncer de garganta nos lo llevó a la Casa del Padre. ¡Ah! la Casa del Padre. Dicen los estudiosos que el texto de Jesús está mal traducido del griego. Donde dice "voy a prepararos un sitio en la Casa del Padre", debe decir: "voy a prepararos un sitio en la Casa del Padre donde se puede fumar eternamente..." Por eso me imagino a Jesús Fanjul echando más de una pipada con el portero Pedro. Descanse en paz.

 

Luis M. Alvarez Fdez.