COVADONGA
 

COVADONGA EN LA LITERATURA (III)
La narrativa: Altar Mayor
_____________________________________________________________________________________
Cayo González Gutiérrez


En 1887 decía Acacio Cáceres Prat que aún faltaba el autor que escribiese con autoridad sobre la historia de Covadonga y sus episodios. Es cierto que después de esta fecha han sido muchos los autores que han escrito sobre la historia, leyenda, personajes, paisaje, edificios, etc.
En 1926 aparece una novelista ejemplar, Concha Espina, que ha novelado y presentado magníficamente la cuna de la Reconquista con todos sus alrededores. Como añoraba Cáceres Prat aparece con Concha Espina el Virgilio que describiese tan líricamente los paisajes de Covadonga.
Esta novela (Altar Mayor) fue publicada primero por entregas en el diario ovetense El Carbayón a partir de enero de 1926., Aparece por primera vez formando volumen en la Editorial Renacimiento de Madrid, en julio de 1926. En apenas dos años se publican la 2ª y 3ª edición con unos 23.000 ejemplares. Al menos más de 17 ediciones en total hasta hoy. Para escribirla su autora (Concha Espina) pasó una larga temporada en Covadonga
Es un canto y un himno, pero también una novela con argumento, la historia de almas nobles enamoradas. Gran  mérito de esta novela es la pintura de paisajes y de caracteres, la narración entretenida de viajes, encuentros, excursiones…
ARGUMENTO Y PERSONAJES
El “paisaje” es el aspecto más conseguido en esta novela. Con un realismo desbordante no exento de lirismo y, a veces, de un afán idealizador, no deja sin describir ningún rincón desde Cangas a los Lagos.
Como pretexto para mostrarnos el paisaje hay una historia de amor, cuyo centro será primero La Riera y después Covadonga con todos sus alrededores.
Los protagonistas, Javier de la Escosura, que pasa una temporada en La Riera para recuperarse de una enfermedad y que se enamora de Teresina.  Al marchar de nuevo para Madrid, deja, ante el altar de la Virgen, la promesa de matrimonio a Teresina. Esta trabajará después en el Hotel de Covadonga donde con el tiempo se encuentra con Javier que viene a casarse con la novia Leonor, de la alta sociedad. Otros personajes secundarios deambulan por la novela, especialmente, la madre de Javier, Eulalia Ponte viuda de  Escosura,  dominante y opuesta a toda relación con Teresina y Camila, amiga y prima lejana de Eulalia. En la Riera están también las primas de Javier, Leandra (18 años), Teresa, más joven. Javier tenía 25 años, cuando estaba convaleciendo en La Riera.
Otros personajes son Dª Camila, Leandra, Josefín (chófer  enamorado de Teresina), D. Leandro, Santirso, dueño del Gran Hotel, D. Elías, canónigo, el Doctor (libanés).
Resumen de la novela:
Para resaltar la importancia de Altar Mayor  veamos a continuación una breve reseña de algunos de sus 27 capítulos con algunas citas francamente líricas del paisaje.
I Recuerdo
Javier recuerda en su viaje en el tren “EL Minerva”, desde Cangas de Onís, su última estancia en La Riera (cuatro años atrás) y la promesa de matrimonio hecha a Teresina, que ahora trabaja en el Hotel. Pasa por don Opas (siempre atormentado en su castigo de piedra) sube hacia la “Peña de Belay” donde está la Casa de Santa María, Solar de los Reyes de España y origen de todos los Señoríos y mayorazgos españoles”.  Ya encontramos alguna preciosa metáfora: La niebla, señora de los montes, bajaba por los taludes a beber en el río”… La voz dulce y aguda sonó,… envuelta en el zumbido de las aguas que se consumen en Orandi y perforan el Auseba para renacer debajo del Altar.
II La sorpresa
Javier llega en coche a Covadonga donde se encuentran su madre y su novia actual Leonor. Allí lo saluda Teresina, trabajadora del hotel, la antigua prometida a quien Javier había olvidado completamente, después de un veraneo en San Sebastián.
III La rapsodia del agua
…es el río de Orandi, que conoce los caminos sinuosos de las peñas, trepanó el monte, brotó en cascadas debajo de la Gruta y persigue al Reinazo y al Diva, siempre tendido el arco de su chorro sobre la hondura del pensil.
VII Combatientes
Aquí encontramos una nómina muy completa de los árboles, plantas, hierbas del lugar:
…Álamos, pinos, laureles, encinas, abedules, ayunos, fresnos, cuantas raíces vegetales se clavan en la tierra húmeda del Norte, gozan una esplendida floración en el Jardín del Príncipe que es un bosque silvestre por más que se engalane con arbustos cultivados y se encinte de geranios, marilindos, celindas, hortensias, campánulas, mirabeles, gran copia de flores sativas y de muchas otras montaraces…
Las hierbas que pisa le dan su perfume, genciana, malvavisco, juncos, liquen, arándano: cada planta montés le ofrece, con el parque, su aliento, desde la glera del río hasta el espolón de la catedral.
VIII ALTAR MAYOR
[Teresina sube con Josefín en el Renault a los Lagos a buscar a Javier, Leonor…Habían subido en el Delage con D. Leandro ya que Josefín estaba en  Arriondas]
El Mirador de la Reina: Ese sitio es una espléndida atalaya gratamente revestida de bancos y rastiles, flores y tapices de verdura que logró tanta solicitud en medio del salvaje tramonto, porque un día la reina Victoria de Battenberg [esposa de Alfonso XIII] se detuvo aquí para admirar uno de los semblantes extraordinarios de la solemne belleza de Asturias. Desde entonces se ha convertido en moderna posa del terrible sendero, un descanso que permite ver cómo saltan,  ensanchándose, las lejanías, se tienden las llanuras residuales, se forman los pliegues geológicos, brechas y campas, altitudes y abismos, en la misteriosa libertad de las cumbres….
[Serafín a Teresina en el Mirador]:
¡No te vayas, espera; me vas a decir sí o no, delante de ese trono. ¡Mira!; es el altar mayor del mundo-y señala a Occidente, por donde huyen a esta hora las oraciones y los pájaros;….Tendrá más validez que en un templo artificial. Los montes son en Asturias la gran Mesa del Señor..
C IX Dueña de la luz.
Así, cándida y aventurera, la mano tremante sobre la honda palpitación del pecho, vuelve hoy Teresina al reino fantástico de las cumbres, al país de las águilas y de los buitres, del oso y de la gamuza, de la nieve sempiterna y las aguas torrenciales
De buena  gana se hubiese encaramado Santirso por los altos senderos de su gusto, hacia Vega Redonda, o la Rondiella, buscando a los pastores de sus chozos, allá por las majadas empedernidas…
X ENAMORADOS
… y al fondo, abismales, inaccesibles, las torres de las dos Peñas Santas: la de Enol  y la de Caín,pórticos de una monstruosa y libérrima catedral que ha hecho Cantabria para asombro del mundo, con nieves y rocas, glaciares y agujas, hoces y llambrías. Todos los dientes del macizo de Cornión se clavan hambrientos de claridad en el celaje gris, que ha convertido en ceniza su carne azul.
[Teresina en el lago Enol a Javier]
¡Mira que juras en el Altar Mayor de España!
Coche abtiguo en los Lagos
VIII  DESPOSADOS
(En la Cueva) Les ensordece el agua que a oscuras rueda con un clamor innúmero, todo un río potencial desplomado entre la pared arcana de la gruta: el río de Orandi, viajero desde la cumbre del Auseba hasta el foso del Dina, en un salto de 4000 pies… Estos fragores propenden a una guerrera evocación. Hay algo fundamental y belicoso en el Orandi siempre colgando por la falla siniestra junto a la patrona, desde las alturas donde los arqueros montañeses vencieron el poder de Alcamah. Sobre el mismocamarín de la Santa los panales acendrados de miel conmemoran el escondite de los astures trasmontanos, hueste liberadora del setecientos dieciocho: esta Cueva es el ara de la Reconquista…
XXVII  EL MILAGRO
(en la tormenta):
Leandro Santirso que tanto sabe del país y de sus condiciones naturales, dice, alarmado, que el turbión le asusta.
-El hielo y los glaciares de la comarca derretidos por el viento Sur se convierten en avenidas temibles-le cuenta al árabe-.-. Y más en el verano, cuando el basoiro, la ola de calor, influye en los Picos y topa con las mueldas, unos bloques de nieve que se deslizan como aludes, y deshilados forman, con la madeja de los demás caudales, un río asolador.
En la Revista Luces del Auseva (1964-1977) hay un precioso artículo titulado: Covadonga vista por Concha Espina, de Salvador Blanco Piñar. Este autor reunió en esta composición múltiples trozos del paisaje de Covadonga y sus alrededores de Altar Mayor. Muchos de esos fragmentos ya han sido considerados en el presente artículo.