XI. GRAN ROSETÓN CENTRAL. Es un derroche de pedrería, de filigrana, de tan sutiles y tan casi imperceptibles detalles que evidencian el arte minucioso del ofebre”. Se halla encuadrado por unas figuras que simbolizan los cuatro evangelistas, un niño o un ángel (San Mateo); un león (S, Marcos); un toro (S. Lucas); un águila (S. Juan). Forman lo que se llama el Tetramorfos. Colocado el hermoso rosetón detrás de la imagen de María, es como una corona gloriosa.
La Revista Covadonga, en 1º de Agosto de 1923, se refiere también al Tríptico de Granda: inspirada obra, una de las más artísticas que salieron de los talleres que dirige el genial artista Pbro. D. Félix Granda Buylla”. Está incompleta. Sólo se puede admirar en la Secretaría capitular el centro del Monumento Conmemorativo del Centenario y Coronación de la Virgen de Covadonga. El proyecto del afortunado artista es más amplio: Se levantará el monumento en la capilla del lado de la Epístola de nuestra Basílica, formando el marco exterior una fuerte caja, que cerrará herméticamente una resistente plancha, revestida de mármoles y bronces, y llevando en su centro en tamaño natural un crucifijo. Por un ingenioso mecanismo al subir o bajar esta plancha, la imagen de la virgen corre horizontalmente hacia delante o hacia atrás. De suerte que el monumento, cuando está cerrado, formará un retablo dedicado a Cristo Crucificado, y abierto, aparecerá un altar consagrado a Santa María de Covadonga. Debajo del retablo llevará una solidísima caja, para custodiar las demás alhajas, que constituyen nuestro Tesoro, formando todo ello un cuerpo de muy difícil ataque. Para lujo de seguridad, la capilla irá cerrada por doble verja de artística forja y toda ella ricamente decorada.
El presupuesto asciende a cien mil pesetas. En un artículo de laRevista Covadonga, núm. 36, del 15 de diciembre de 1923, se dice que se abre una suscripción para adquirir un altar-caja de seguridad que ya casi tiene ejecutado D. Félix Granda Buylla para guardar el Tríptico y las joyas de la Santina y se incluyen algunos donativos recibidos. Más donativos aparecen consignados en las revistas núm. 39, 40, 56, etc. Hay varios artículos más sobre el Tríptico en distintos números de esa Revista citada.
El Tríptico, a modo de caja fuerte, queda expuesto en la capilla del lado de la Epístola de la basílica al menos hasta el 19 de septiembre de 1922, fecha en la que se decide trasladarlo al Palacio Episcopal, donde comienza a mostrarse al público el denominado Tesoro de la Virgen.
Sobre un pedestal de mármol de 0,35 por 0,80, por 0,50, con alto-relieves en plata, representando a Pelayo y defensores de la Cueva de Covadonga, asienta una imagen de la virgen María con el Niño Jesús de 0,80 centímetros; esta es la imagen realizada por Capuz para el Tríptico y que hoy se conserva en la Colegiata de San Fernando. Estas imágenes están talladas en madera de cedro cubiertas de chapa de oro a excepción de las cabezas que son de mármol como igualmente las manos. En estas estatuas están colocadas las coronas, con que se han coronado canónicamente las imágenes tradicionales de la Virgen y el Niño, que se veneran en la Santa Cueva. La corona del Niño Jesús, inspirada en las coronas imperiales carlovingias, es de oro y platino decorada con cruces y enriquecida con brillantes y perlas; cima con la Cruz. Con la Cruz cima también, y también es de oro y piedras preciosas, el símbolo del mundo que el Divino Niño sostiene en su mano izquierda… Detrás de la Virgen un arco de triunfo, sostenido por ocho columnas, ricamente ornamentadas con 32 estatuitas en los fustes… en los pedestales que sostienen estas columnas seis altorrelieves en los que se representan asuntos alusivos a los hechos gloriosos de Pelayo. Sostienen estos pedestales cuatro figuras de leones con carteles, que portan entre sus garras escudos episcopales;.. dos figuras de ángeles con las alas extendidas sobre las enjutas, en los ángulos, sostienen el facsimil de la Cruz de la Victoria…. Dos ángeles en los últimos rectángulos sostienen las repisas sobre las que descansan las estatuas de San Beato de Liébana en un lado y Santa Eulalia en otro.. En la silla trono de la Virgen se representa en varios relieves decorativos, la Creación, el Pecado, y la Expulsión del paraíso...
Toda esta composición forma una gran pieza de orfebrería de 2.25 por 2.25 metros toda ella con gran riqueza y profusión de detalles en plata dorada, plata esmaltada, oro y una gran riqueza y profusión de piedras preciosas…
D. Emiliano de la Huerga, uno de los Abades más importantes y que más escribieron sobre Covadonga, nos presenta algunas puntualizaciones sobre la obra de la Basílica y algunos afortunados arreglos posteriores[3]:
Este mismo artista (Frassinelli) hizo los planes de la Basílica y las obras comenzaron en el año 1877… vaciado de 27000 m. cúbicos de piedra que fueron situándose en las inmediaciones…Este gran Prelado {M. Vigil] fue el adalid del resurgimiento del Santuario. Entre los promotores de la grandeza de Covadonga merece un lugar de primacía. Nunca será bastante cuanto se diga o se haga por recordar y enaltecer su memoria.
...Los muros y bóvedas del interior de la Basílica han estado hasta ahora revestidos de un lucido o enfoscado de cal y arena con un sencillo estucado sobre un discreto color que remotamente quería remedar la piedra…
...Hace dos años hicimos una experiencia en la capilla del Sagrario haciendo desaparecer esa cascarilla de cal y arena. Apareció debajo de tal revestimiento una hermosa piedra de sillería que, levemente abujardada y rejunteada, quedó de un nuevo y muy bello aspecto. Esta experiencia fue aprobada y elogiada por nuestro arquitecto Javier García Lomas y por el prelado. Esto nos animó a realizar esta misma operación en la Capilla de la Virgen del Rosario y posteriormente en las naves laterales de la Basílica. Quedaba lo correspondiente al Presbiterio, el crucero y la nave central, la mayor parte y lo más difícil y costoso…
Posteriormente, el Cabildo, como regalo a la Basílica en las bodas de Diamante, determinó finalizar esta obra y en tiempo de invierno. Quedó así la Basílica inmunizada y libre de manchas pues todo el interior es de piedra (una vez desaparecido el enfoscado de cal y arena) y las bóvedas son de piedra artificial.