Fermin CANELLA Y SECADES publica en 1918 De Covadonga (contribución al XII Centenario). Santuario del Auseva, 395 pp., (en las páginas. 169ss trae el Viaje de Morales). Dice Canella refiriéndose a las reformas del obispo de Oviedo don Diego Aponte de Quiñones-: “De entonces ( finales del siglo XVI o poco después), fue la construcción (si no fue la revolución) de la Iglesia de San Fernando, con bóvedas de crucería, altares y coro, parte principal o lado norte del cuadrado edificio, mezquino para monasterio, en posición amenazada de peligros, por estar tangente al monte, así como la cúbica torre o campanario que se recorta sobre la peña a la que va adosada.
ALONSO RODRÍGUEZ, Antonio, Batalla y santuario de Covadonga: tradición, monumentos, historia, 1918, 152 pp., recopilado por.., Notas de Covadonga, por Antonio de Sandoval y Abella, canónigo de Oviedo:
El Antiguo Monasterio o Colegiata: Veintisiete años habían transcurrido desde el muy lamentable suceso de la pérdida de España (la lucha comenzó un domingo, 19 de julio del año 711); en 740 se erigió allí un Monasterio, a la excelsa Virgen, con el propio título de Covadonga, dedicado.
Habría sido el fundador el tercero de los reyes de Asturias, y primero entre los de España, que llevó el nombre de Alfonso (el Católico). Había contraído matrimonio con Hermisenda, o Hermesinda, hija de don Pelayo y hermana de D. Favila, el segundo de aquellos reyes.
p.81: Fundación del Monasterio. Empiezan don Alfonso y Dª Hermisenda haciendo méritos de la Iglesia de Santa María de Covadefonga fundada por ellos en Asturias y de haber sido trasladada a ella la imagen de N, S, que se veneraba en el Monte Sacro (había sido conducida a este lugar por el arzobispo de Toledo don Urbano, y por Pelayo):
“Ego Adefonsus Dei gratia rex, et uxpr mea Hermesendis Regina, aedificamus Ecclesiam Santae Mariae de Covadefonga in Asturiis..” Hablan luego del solemne acto de consagración de la propia basílica –así aquella iglesia es denominada—en la cual fueron erigidos tres altares, dedicados, respectivamente, a la Santíssima Virgen, en el misterio de su Natividad, a san Juan Bautista, y a san Andrés, habiendo intervenido en dicho acto de consagración doce obispos e igual número de abades.
Consígnase a continuación que los regios fundadores establecieron allí un Monasterio, habitado por doce religiosos, bajo la presidencia del Abad, llamado Adulfo, con el propósito de que en esa monástica casa fuera observada en todo tiempo la regla de san Benito…Por la misma escritura consta que el abad Adulfo era tío de Alfonso el Católico, que aquel llama su “señor”.
Con el nombre de “Monasterio de Santa María de Covadonga” -ya desaparecido este- siguió designándose a la Abadía, y hasta a la misma Colegiata (así se llama en dos Breves de 1651 y 1663 del Papa Alejandro VII.
Desaparecida la Iglesia de la Santa Cueva (por el incendio de 1777), los divinos oficios se celebraban en el templo dedicado a San Fernando, en el cual luce graciosa bóveda de crucería, y cuya erección no se remonta más allá de la décima sexta centuria.
p.104 y ss.LA ABADÍA. LA COLEGIATA (Sigue Antonio de Sandoval)